Aracnofobia

Porque aunque esta amenaza se cierne sobre la película, no se olvida de sus personajes, como el Dr. Ross Jennings, interpretado por un tal Jeff Daniels, que gracias a mis ojos encuentra al nuevo médico, que tendrá que imponerse para encontrar su lugar en esta ciudad.

Varias personas ayudarán o molestarán a esta pequeña familia, y algunas, por supuesto, terminarán pereciendo bajo las mandíbulas de encantadoras criaturas de ocho patas.

Pero el hecho es que hay un interés real en seguir a esta pequeña familia, su aclimatación en una ciudad que los acoge tímidamente y luego su papel, a pesar de ellos, como salvadores de los habitantes.

Tanto más cuanto que la película no sólo cree en sus personajes, sino que también sabe alternar diferentes pasajes, y el humor forma parte de ello.

Una araña extremadamente venenosa ha sido transportada desde el amazónas

No es el humor habitual hoy en día en este tipo de producción, este cínico segundo grado omnipresente en las películas de género, sino un humor que puede decirse que es sincero, simple, ya sea en las relaciones de cada persona o en la figura del exterminador un tanto brusco interpretado por un formidable John Goodman.

No sé lo que pasa entre bastidores del proyecto, pero quiero pensar que todo viene de un hombre, un buen hombre, que vino a gritar en las alas de una productora. Tenemos que admitir que la película está producida por Disney, que tiene más ambiciones que un estudio de producción en quiebra y bisexual.

La aracnofobia es curiosa, con su amenaza de película de serie B pero integrada en una película con una base sólida, una interpretación justa y un humor bienvenido.