The Last Black Man in San Francisco

Sólo que no puede comprarla a su precio. Si no, tendrá que ocupar el área deshabitada mientras intenta encontrar una solución.

La película trata sobre todo de la noción de “hogar”, tanto a través de la casa en cuestión como más ampliamente a través de la ciudad de San Francisco que, como veremos a medida que la película avanza, ve cambiar su población, renovándose en detrimento del viejo San Francisco que Jimmy conocía.

No es literalmente el último hombre negro en San Francisco, pero su apego al San Francisco que conocía le proporciona una mirada perspicaz a los cambios que están ocurriendo allí. La conciencia de esta situación de cambio le hará responder a una mujer que expresa su odio hacia la ciudad: “No se puede odiar algo si al principio no la amábamos”.

Es buena la película

En este sentido, en su visión de las cosas, Jimmy Fails sería el último hombre en San Francisco que prestaría atención a la noción de “hogar”; ese santuario que hay que amar. Y esta noción de una casa santuario también irriga toda la película con pequeños toques, ya sea a través de un coche convertido en una pequeña casa móvil, o de un comedor elegido por el mejor amigo de Jimmy, Montgomery, como “su” habitación en la casa construida por el abuelo de Jimmy.

Pero, ¿qué es una casa sin familia? Y también hay cosas complicadas para Jimmy Fails: vivir con su mejor amigo, dormir al pie de su cama, un padre lejano, una madre casi ausente cruzada al azar en uno de los muchos viajes de ida y vuelta entre San Francisco y la casa del abuelo de Montgomery (¡la casa azul del título!).

En cualquier caso, su tía está presente. Se quedó con los muebles que llenarán la casa ocupada por Jimmy Fails. En esta familia también hay una pandilla de jóvenes sentados en las aceras o bajo un árbol frente a la casa del abuelo de Montgomery.