The Crossroads of Hunter Wilde

Un ataque de pulso electromagnético ha convertido al mundo en algo salido de The Walking Dead, excepto que en lugar de zombis merodeando por las calles y los bosques, ha estallado una guerra espiritual.

El hijo de Chuck Norris, Mike, narra como el personaje principal, Hunter Wilde, y dice, “Se siente como si Dios hubiera dejado abiertas las puertas del Infierno”.

Los suministros cotidianos son escasos, y la seguridad se encuentra en los recintos dentro de los cuales las vallas y los sobrevivientes armados se mantienen a raya invadiendo el mal.

Fuera de los recintos, los supervivientes temen pisar solos. Aún así, los que quedan se preguntan en voz alta: “¿Crees que la muerte es mejor que esto?”.

Intentan vivir lo más normal posible

En esta distopía, en la que incluso el pastor fruncido proporciona poca esperanza y se pregunta por qué Dios no los arrebató, Wilde es el gran premio.

Las fuerzas demoníacas se llevan a todos los que pueden, pero parecen concentrar gran parte de sus esfuerzos en Wilde, creyendo que si pueden hacer que renuncie a su fe en Jesús, pueden sobrepasar el complejo de la encrucijada que él dirige.

Gran parte de la película pasa el tiempo mostrando a Wilde esquivando las fuerzas malignas, aparentemente del infierno, la iluminación y los ruidos de fondo de llanto y lamento parecen apuntar a eso.