The Room

El largometraje marca todas las casillas del género “elevado”: bajo presupuesto, a puerta cerrada, todo en el concepto, director europeo pero con casting en inglés.

Debo admitir que no logré engancharme a pesar del tema del deseo y sus límites, que me interesa mucho. Afortunadamente, los últimos 20 minutos me llamaron la atención aunque lo que estaba en juego era lo suficientemente predecible como para esperar.

Descubren una habitación extraña

El trabajo de los decoradores así como de los electricistas permite a La Sala ganar grosor y credibilidad. La actuación de Olga Kurylenko da suficiente consistencia a su carácter para provocar empatía. Ojalá hubiera podido decir lo mismo de Kevin Janssens, que se las arregló para molestarme más que nada.

La fantasía es tan débil en la producción audiovisual francesa que esta película es un verdadero placer, más allá de todos los defectos y cualidades que puedan tener.

Los conceptos de filigrana que se articulan en la película hacen que el espectador piense e invite a cuestionarse. De hecho, ¿quién no ha fantaseado ya con un dispositivo similar al presentado?.